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lunes, 28 de octubre de 2013

El cepillo de dientes






Los cepillos de dientes son fundamentales para mantener nuestra boca limpia y sana. Debemos usarlos como mínimo tres veces al días con dentífrico para eliminar los restos de comida que se han quedado en los dientes así como la placa bacteriana, para prevenir la aparición de caries.

Cuando vamos a comprar un cepillo de dientes nos encontramos que existen multitud de marcas y modelos, entre los que podemos elegir. A la hora de elegir un cepillo de dientes lo debemos de hacer atendiendo a las siguientes características:



- El tamaño de la cabeza no debe superar los 30 x 30 mm de largo y ancho.
- El mango debe ser antideslizante y largo para que sea fácil de utilizar.

- Entre cerda y cerda debe haber cierto espacio, eso se debe dar para que las cerdas del cepillo abarquen bien el espacio entre diente y diente.

- La cabeza del cepillo debe tener 3 o 4 tiras de cerdas. 

cepillo de dientes

También existen diferencias entre unas cerdas y otras, se dividen en tres tipos:

- Duras: El cepillo de dientes con cerdas duras, solo lo deben utilizar aquellas personas cuya salud oral es excelente. Las personas con sensibilidad lo deben evitar porque además de hacerse daño, pueden provocar sangrado en las encías. A la hora de lavarse con un cepillo de cerdas duras, es recomendable hacerlo con suavidad para evitar daños en encías y dientes, en estos últimos porque debilita el esmalte.

- Medio: Las cerdas de intensidad media, son las más habituales en los supermercados y farmacias, son los que suele utilizar la gente con más frecuencia. Este tipo de cepillo de dientes lo deben de utilizar las personas que no tienen problemas en su boca, pero que no aguantan un cepillo de dientes de cerdas duras.

- Suave. Este tipo de cepillo de dientes es recomendable para las personas que sufren de sensibilidad en dientes y encías. También lo deben utilizar las personas que tienen alguna dolencia pasajera, como por ejemplo aquellos que sufren de gingivitis o acaban de ser sometidos a cirugía.

El cepillo de dientes no dura eternamente se debe reemplazar cada cierto tiempo, se cambiará por uno nuevo cuando las cerdas del cepillo estén desgastadas o sino cada tres meses. Un cepillo de dientes deteriorado nos puede provocar daños en las encías y la funcionalidad del mismo se ve deteriorada por lo que no eliminará bien la placa bacteriana.






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